Startups de IA multiplican su valor pese a pérdidas millonarias
La lógica empresarial dicta que una compañía que pierde dinero de forma constante está destinada al fracaso. Sin embargo, el sector de la inteligencia artificial parece desafiar esa norma. En apenas un año, diez startups tecnológicas que operan con pérdidas han incrementado su valoración conjunta en un billón de dólares, un fenómeno tan extraordinario como preocupante para los analistas financieros.
Entre las principales figuras de esta nueva fiebre tecnológica se encuentran OpenAI, que alcanza una valoración cercana a medio billón de dólares, xAI, la empresa de Elon Musk, con 200 mil millones, y Anthropic, con cifras similares según Financial Times. A este grupo se suman firmas emergentes como Databricks (100 mil millones), Figure, Scale AI, Perplexity, SSI, Thinking Machine Lab y Cursor, todas impulsadas por la ola de inversión en inteligencia artificial.
El espectacular crecimiento de estas empresas se debe principalmente a rondas de inversión multimillonarias provenientes de fondos de capital riesgo que apuestan por el potencial de la IA, incluso sin evidencia clara de rentabilidad. En lo que va del año, se han inyectado más de 161 mil millones de dólares en el sector, pese a que la mayoría de estas startups queman dinero sin mostrar aún un modelo sostenible.
Para algunos inversionistas, esta situación no es motivo de alarma. Hermant Taneja, presidente de General Catalyst —firma que invierte en Anthropic y Mistral—, sostiene que “las burbujas son buenas” porque concentran talento y capital en nuevas tendencias. Jeff Bezos comparte una visión similar y considera que se trata de una “burbuja industrial positiva”, a diferencia de las crisis financieras que colapsan sistemas económicos. No obstante, otros, como Robin Li, CEO de Baidu, advierten que solo el 1% de estas empresas sobrevivirá cuando el auge se desvanezca.
La comparación con la burbuja de las puntocom de principios de los 2000 es inevitable, aunque en esta ocasión las cifras son mucho mayores. Entonces, las inversiones ascendieron a unos 20 mil millones de dólares ajustados a la inflación; hoy, el sector de la IA supera los 200 mil millones, según PitchBook. Analistas califican el fenómeno con una sola palabra: FOMO, el miedo a quedarse fuera de la próxima gran revolución tecnológica.
