En México, la reducción de la población joven coincide con una creciente demanda de profesionales especializados en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), lo que plantea un reto para el mercado laboral y el desarrollo económico del país. A medida que los avances tecnológicos y los grandes proyectos de infraestructura crecen, se requiere talento capacitado para sostener ese progreso.
Actualmente, México cuenta con 31 millones de personas entre 15 y 29 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt). Sin embargo, las proyecciones indican que esta cifra disminuirá en los próximos años, mientras la población mayor de 60 años sigue en aumento. Para 2070, se espera que el 34,2% de la población esté en este rango de edad, lo que subraya la necesidad urgente de formar y aprovechar al talento joven actual.
El mercado laboral para los jóvenes también enfrenta desafíos. Del total de jóvenes en México, el 54,1% es económicamente activo, pero solo el 62% de ellos cuenta con educación media superior y apenas un 2% posee estudios superiores. Además, la mayoría trabaja en empleos que no requieren alta especialización, lo que contrasta con la creciente necesidad de profesionales en sectores estratégicos.
Aunque el gobierno ha destinado importantes recursos para fortalecer la educación superior y ha implementado programas de certificación, la vinculación entre instituciones educativas y el sector productivo sigue siendo limitada. Solo el 16,5% de los jóvenes ocupa puestos profesionales o técnicos, mientras que muchos se desempeñan en trabajos de baja especialización, lo que plantea un desafío para el futuro tecnológico del país.