Verónica Camino Farjat sigue operando desde el Senado su entrada a Morena
-Es muy cercana al senador zacatecano Ricardo Monreal Ávila, otro maestro del chapulineo político
Ciudad de México, 22 de febrero de 2020.- La senadora Verónica Camino Farjat, hasta ahora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), sigue moviendo sus fichas entre sus amigos de Morena en el Senado para concretar su entrada a ese partido y continuar con sus acostumbrados cambios políticos para conseguir los cargos y puestos que ambiciona.
Desde hace tiempo se le ha visto muy cercana a Ricardo Monreal Ávila, senador por Morena que también ha sido un chapulín de la política, pues se inició en el PRI, siguió en el PRD, operó para el PT y Movimiento Ciudadano y ahora está en Morena.
Todo este periplo de partidos le ha permitido a Monreal Ávila obtener cargos que le han mantenido viviendo del erario desde su entrada al PRI en 1975. Fue diputado en dos ocasiones, a partir de 1988, por el PRI. Luego en 1998 dejó al tricolor y pasó al PRD, que lo hizo gobernador de Zacatecas. Siguió como senador por el PRD y el PT y desde 2015, ya en Morena, fue delegado en Ciudad de México, diputado federal y a partir de 2018 senador. Todo un maestro en el arte del chapulín político
Verónica Camino, por su parte, se inició en el PRD y luego pasó al PRI que la hizo funcionaria estatal y diputada local, ambos cargos bajo los auspicios de Víctor Caballero Durán. Luego, al cambiarse al PVEM, fue premiada con una Senaduría impulsada por la campaña de su excompañero de fórmula, el priista Jorge Carlos Ramírez Marín. En el PRI se le considera una traidora.
En la última sesión del Senado, Verónica Camino estuvo muy platicadora con Monreal Ávila, quien desde su lugar escuchaba a la yucateca, mientras ella le tomaba afectuosamente la mano. Ella sabe que para entrar a Morena debe buscar apoyos fuertes como el de Monreal, para que en Yucatán no tenga problemas.
Bien es sabido que muchos militantes morenistas de Yucatán no la quieren en el partido, en especial el delegado federal Joaquín Díaz Mena, quien la ve como una amenaza para sus planes en las elecciones del próximo año. Tampoco es del agrado de Mario Mex Albornoz, líder estatal del partido a quien le reprochan que permita la llegada de más expanistas y expriistas a Morena.