-La senadora sigue sin aclarar por qué aumentó la delincuencia durante su gestión en el Cepredey, como señala el Inegi
-Tampoco responde por qué colocó a su hermano en la nómina y en un puesto para el que no estaba preparado
-El senador Ramírez Marín llama mezquinas a las personas que coquetean con otros partidos: “¿Por qué no se van de una vez?”
Mérida, Yucatán, 30 de diciembre de 2019.- Verónica Camino Farjat pretende engañar a los yucatecos argumentando una persecución en su contra en redes sociales, pero no aclara su fracaso como directora del Cepredey, en cuya gestión se duplicó la delincuencia, hubo un manejo oscuro del presupuesto y colocó a familiares y amigos sin tener la preparación ni el perfil profesional necesarios para la prevención de la criminalidad.
Como ya es natural en ella y mediante un costoso manejo propagandístico, que hace recordar el estilo de la exgobernadora Ivonne Ortega Pacheco, la senadora señala que es víctima de una campaña para desprestigiarla luego de que se diera a conocer, por medio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que durante los años que tuvo a su cargo el Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey), los delitos en Yucatán pasaron de 16,599 en 2011, antes de su llegada como directora, a 31,857 en el 2014, último de su gestión.
Hay que recordar que en 2015 abandonó el Cepredey por buscar por la vía plurinominal una diputación local, premio que obtuvo luego de que los recursos públicos de esa dependencia presuntamente los usó para financiar las campañas políticas del PRI, incluida la suya.
A raíz de estos malos manejos, la Contraloría estatal anunció hace unos días que se descubrieron irregularidades durante su gestión que serían objeto de una investigación. De inmediato, como un resorte, y aconsejada por sus padrinos políticos Liborio Vidal Aguilar y William Sosa Altamira, la senadora se presentó ante las instancias que deberán llevar las investigaciones, acompañada de sus cámaras en un show mediático, para entregar un documento en el que escribe una dirección para recibir notificaciones.
Lo relevante es que en ningún momento niega que hubiera un aumento en la delincuencia durante su gestión ni que existieran malos manejos en sus cuentas. Menos desmiente que colocara en el Cepredey a su hermano Olaff Zahid realizando labores de combate al delito sin tener la experiencia ni los conocimientos para ello, pues sus estudios los hizo en Mercadotecnia y la mayor parte de su vida la ha dedicado a la cría de caballos.
De hecho se dice que los actuales spots y mensajes por redes, en los que se invierte mucho dinero, son elaborados o dirigidos por su hermano, con tal de inventarle una imagen que la beneficie en sus ambiciones políticas.
Otro punto que es relevante es que tampoco niega los rumores de que una vez más cambiará de partido político para satisfacer sus pretensiones de poder. Como se recuerda Camino Farjat se inició en el PRD cuando su madre Verónica Farjat Sánchez apoyaba a ese partido luego de dejar el PRI, donde fue diputada local durante el tiempo del famoso desacato legislativo. Farjat Sánchez y el exgobernador Rolando Zapata Bello fueron legisladores por el PRI en el mismo Congreso.
Verónica Camino dejó el PRD e ingresó al PRI donde de inmediato obtuvo diversos cargos en la administración, como el de directora del Cepredey, apoyada por Víctor Caballero Durán, secretario de Gobierno durante la primera parte de la administración de Rolando Zapata.
Por último, dejo el PRI para ingresar al Verde Ecologista (PVEM) a fin de facilitar su llegada al Senado, haciendo mancuerna con el priista Jorge Carlos Ramírez Marín, de quien se encuentra distanciada, pues ambos aspiran a la gubernatura, lo que los hace enemigos.
Recientemente, el senador Ramírez Marín calificó de mezquinas a las personas que coquetean con irse a otro partido y no lo niegan o desmienten, como es el caso de Camino Farjat. A este tipo de personas el senador les dice: “Oye, ¿por qué no de una vez te vas allá y haces tu trabajo bien”. Y remata diciendo que esas mezquindades de estar de un partido a otro son las que echaron a perder al PRI.