Mario Mex Albornoz acusa a “funcionarios federales”, que dependen del delegado “Huacho” Díaz, de generar los problemas en asambleas
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-Accesos prohibidos, puertas cerradas, registro condicionado, acarreos, amenazas, gritos y descalificaciones confirman la fuerte división que hay en Morena

-Diputados amenazados con usar las asambleas como tribunales sumarios

Mérida, Yucatán, 21 de octubre de 2019.- El fin de semana demostró que el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) está muy lejos de ser el partido del cambio y mucho menos sus líderes de ser los adecuados para llevar a buen término la Cuarta Transformación, luego de los pleitos, actos antidemocráticos, gamberriles y demás patadas y trampas que se vieron durante las elecciones de consejeros.

En los distintos lugares donde se desarrollaron las asambleas, los abusos por parte de los organizadores fue el común denominador, pues se comportaron como dueños del partido y negaron sus derechos a los militantes impidiéndoles la entrada, pues alegaban que los locales se encontraban llenos y no cabía más gente, pero en realidad los morenistas denunciaron que las entradas de las personas fueron selectivas, para favorecer a unos y perjudicar a otros.

Muchas de las personas que no pudieron entrar señalaron que el problema está en el pleito que se traen el líder estatal del partido, Mario Mex Albornoz, con el delegado federal Joaquín “Huacho” Díaz Mena, por el control de la directiva y de los puesto principales, así como por el manejo de las candidaturas que el próximo año empezarán a disputarse entre los llamados “verdaderos militantes” que encabeza Mex Albornoz y los considerados “arribistas” que llegaron con Díaz Mena.

Ambos bandos se acusaron de querer manipular las asambleas y en algunas cosas impedir su realización. Hubo gente que fue acarreada de un distrito a otro que no le correspondía a fin de que no pudieran participar. “Se notó que hubo poder económico, capacidad de movilización y de manipulación”, señaló un morenista de Valladolid llamado José Puc Hoil, quien añadió           que todo fue demasiado evidente y que los líderes actuaron muy alejados de lo que se plasma en Morena.

Por su parte, Mario Mex no dio ninguna explicación por la mala organización y manipulación en la que se dice también estuvieron involucrados los diputados morenistas en el Congreso local, a quienes no tardó en amenazar que serán juzgados en el próximo Congreso por su actuación en polémicas votaciones, legisladores que en su momento recibieron el respaldo de Díaz Mena.

Lo que sí hizo fue vincular a funcionarios federales de ser los causantes de lo que llamó “irregularidades”.    Entre ellas señaló están que militantes reportaron que una persona tenía en sus manos el padrón de afiliados cerca del lugar de la asamblea y hubo intervención indebida de funcionarios del gobierno federal, que se encontraban en el evento en horario laboral e interviniendo a favor de determinadas personas.

También indicó que se reportaron prácticas de acarreo, coacción del voto e intervención de funcionarios del gobierno federal. “Hubo irregularidades y hay compañeros y compañeras morenistas que están molestos y que van a realizar denuncias e impugnaciones”. 

Sin duda, los pleitos continuarán al interior del partido y se espera que durante el Consejo estatal para elegir a la nueva directiva se calienten más los ánimos y haya peligro de mayores fracturas.

Por Moderador

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